domingo, 6 de octubre de 2013

INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA EN PACIENTES CON CÁNCER.

Apreciados seguidores, hace ya tiempo asistí a un taller impartido por el profesor Juan Antonio Cruzado, y el objeto de este nuevo post, es transmitir parte de la información que elabore sobre el taller.
El profesor Cruzado comienza la conferencia resaltando la problemática (estrés en cáncer) que sucede en una persona cuando es diagnosticada de la enfermedad.
La comunicación del facultativo, primero a los familiares y seguidamente al propio paciente origina lo que Cruzado denomina “la conspiración del silencio”. Circunstancias como la edad del sujeto, su vulnerabilidad u otras, fundamentan que, en según que casos, haya familiares que prefieran posponer o incluso denegar el derecho a la información del propio paciente o persona afectada. Muchos familiares, debido al miedo atroz que se desencadena y a las posibles reacciones emocionales o shock de diagnóstico, e, incluso, tratamiento,
prefieren omitirle la información dejando al paciente al margen del proceso. Sin embargo, el profesor insiste en la importancia que dicho conocimiento tiene para el enfermo y nos explica con detalle “LA ACTUACIÓN PACTO SILENCIO”.
Los médicos siguen un protocolo estandarizado, las comunicaciones no se hacen en los pasillos o salas de espera. Se procede dentro de las consultas e introducen la temática aludiendo notar cierta preocupación o
disgusto a los familiares y personas allegadas por la enfermedad diagnosticada. El facultativo intenta empatizar con la familia, tranquilizar, identificar lo que temen y hacerlo explícito, anticipar las consecuencias
del secretismo, contrastar las opiniones y confrontarlas y proponer alternativas, llegando a un acuerdo (se trata de evaluar que es lo que más conviene al enfermo).
Una vez que el taller avanza, el profesor expone cual debe ser la actuación del psicólogo en el momento de la revisión de la patología. Los pacientes, en estos casos, suelen presentar una fuerte angustia o emociones temidas, reacciones por otro lado no muy lógicas, ya que en el caso de recidiva se adoptarían las medidas adecuadas para volver a hacer frente a la enfermedad. Ahora el sujeto contaría con la experiencia y otros recursos que desconocía al principio del diagnóstico.
Utilizar técnicas de relajación, actividades de cosas útiles, contar lo que sucede (al psicólogo o a otros), escribirlo, comentar las dudas previamente preparadas al facultativo, y acudir acompañado a las revisiones, pueden ser unos modos de actuación resolutivos dentro de la terapia.
Tratar de ver el lado positivo del proceso (me refiero a ser consciente de que el enfermo cuenta con los recursos anteriormente utilizados) y creer en que todavía existe posibilidad de tratamiento para la recidiva del cáncer, son otros recursos a tener en cuenta.
Eliminar auto-instrucciones catastrofistas negativas, distraerse y apoyarse en los demás, dentro de un marco con cierto grado de hostilidad para el paciente, junto a su tranquilización, apoyo y reestructuración de sus pensamientos (continuas y constantes rumiaciones) forman parte de las estrategias de intervención.
Sabemos que dichos pensamientos hacen que los pacientes dejen de creer en si mismos y en sus capacidades. Les falta autoconfianza, autoestima, muchos refieren no poder incluso ni trabajar, dejan de sentirse útiles y, en algunos casos, llegan también a pensar que van a ser incapaces de afrontar la situación.
Es tal el estado de desesperanza que les acusa que, muchos, comienzan a presentar sintomatología de depresión y comorbilidad a la ansiedad. Cruzado pone un ejemplo de reestructuración de pensamiento que reactive al paciente e inhiba su creencia en el caso de “no solución”. Reestructurando al paciente trataremos que vea que si no puede “hacer” nada deberá deshacerse de la rumiación para así hacer desaparecer los síntomas ansiosos.
 Cuando el paciente contrasta que simplemente esta bajo un
continuo “ruido de fondo” se le alienta para perseguir sus objetivos y seguir hacia adelante.

A. R. CONSULTA PSICOLÓGICA.

Fuente: TALLER CURSOS POST-GRADO PSICOPATOLGÍA Y SALUD. UNED.

lunes, 1 de julio de 2013

TRATAMIENTO DEL SÍNDROME DE FIBROMIALGÍA

Los enfermos con fibromialgia se diversifican en un grupo muy heterogéneo de pacientes. Numerosas investigaciones confirman que existen subgrupos dentro de los pacientes fibromiálgicos y que la diferencia viene determinada por las escalas bimodales que establecen diferentes modos de intervención para cada uno de los sujetos. Se fue comprobando que lo adecuado no era someter al mismo tratamiento a las personas con dolor.
Los investigadores encontraron personas con fibromialgia con puntuaciones muy elevadas de dolor, personas radicalizadores, que no eran capaces de levantarse y que abandonaban cualquier actividad; y, por otro lado, encontraron el grupo de fibromiálgicos con un perfil en el que sus síntomas no eran tan exacerbados, con características mucho menos radicales y que afrontaban la cotidianidad (levantándose y cumpliendo con su trabajo, etc.). Apunta el profesor que, desde que ha tenido lugar la diferenciación en clínica de los distintos perfiles, se han obtenido mejores resultados y con mayor precisión. Todavía deben concluir más investigaciones que configuren un protocolo de evaluación más general que permita diferenciar aun mejor y construir procedimientos de intervención cada vez más específicos.
Diversificar los grupos diagnósticos intra-grupo, o diferenciales dentro del grupo de pacientes fibromiálgicos, consigue mayor avance en el tratamiento con respecto al conseguido en el pasado, donde a todo el mundo se trataba por igual.
En cuanto a los tratamientos, apunta Pérez-Pareja que, a día de hoy, no se ha podido establecer el peso ponderado de cada uno de los procedimientos de la mejora (si es que la hay), sin embargo y estableciendo como grupo control sujetos que solo reciben tratamiento farmacológico y diferenciándose de ellos el grupo que recibe dicho tratamiento más terapia psicológica, se observa un  notable cambio en este último grupo que en el anterior.
La terapia complementaria se demuestra eficaz, lo cual es muy bueno, ya que parece que, al menos, existe una conciencia de que dichos tratamientos funcionan o que incrementan la mejoría de los pacientes con fibromialgia. Se empieza a creer en la labor de los psicólogos, ya que aquellos enfermos que solo reciben fármacos parecen no encontrarse tan bien como los enfermos que reciben fármacos más terapia complementaria.
Los fibromiálgicos son personas que generalizan su dolor. Interpretan que bajo cualquier circunstancia y que cualquier acontecimiento de la vida cotidiana les va a hacer susceptibles de generar dolor. Son generadores de una atención selectiva sobre cualquier punto de estimulación. La mejor y más utilizada herramienta terapéutica para que dichos pacientes afronten sus miedos es la EXPOSICIÓN. A través de la DESENSIBILIZACIÓN SISTEMÁTICA propiciaremos cierta habituación hacia los estímulos fóbicos para que, finalmente, estos dejen de emitir la típica respuesta de evitación. Lo que habitualmente suelen hacer estos pacientes es evitar o escapar de todas aquellas situaciones que les generan problemática, por lo tanto, si no se da la modificación de los estímulos o sensaciones de la vida diaria y se consigue el desaprendizaje de los mismos como generadores de dolor, muy difícilmente les conseguiremos ayudar. Son pacientes que no se exponen que prefieren inhibirse para evitar cualquier tipo de malestar. Exponerlos e introducir PROGRAMACIONES DE LA VIDA COTIDIANA y fomentar HABILIDADES DE COMUNICACIÓN para, al menos liberar ciertas tensiones y para que los pacientes puedan sentirse de manera mucho más normal, son otros modos de intervención. En definitiva generar nuevas estrategias de afrontamiento mediante la planificación de sus  actividades de la vida diaria, es otro modo de intervención.


Perciben su dolor como inhabilitante por lo que dejan de lado cualquier tipo de actividad, de manera que “trabajar” con sus cogniciones también será fundamental. (REESTRUCTURACIÓN COGNITIVA). Estas personas tienen muchas distorsiones cognitivas, son personas de muy baja autoestima y con problemas de autorefuerzos (ganancias secundarias) de modo que , LA PARADA DEL PENSAMIENTO y LA PLANIFICACIÓN DE REFUERZOS (o dejar de lado su propio autocastigo) también generarán aspectos positivos dentro del tratamiento.

EXPOSICIÓN ENCUBIERTA, APROXIMACIONES SUCESIVAS, GENERALIZACIÓN EN VIVO Y RELAJACIÓN MEDIANTE ENTRENAMIENTO AUTÓGENO son técnicas de tratamiento en la clínica del dolor.
BIOFEEDBACK (Electromiograma músculo-frontal en relajación y temperatura periférica en incremento y disminución de la temperatura). Mediante la aplicación de dicha técnica se consigue una activación del sistema parasimpático que conlleva la relajación en el resto del organismo. Evitamos a los pacientes “problema” (resistentes a Jacobson) que tengan dolor mediante la tensión y les enseñamos a relajarse eficazmente. El profesor señala que pretende la estandarización de la herramienta como tratamiento a prescribir para el síndrome de fibromialgia. Pérez-Pareja insiste en la importancia del ANÁLISIS FUNCIONAL Y DE LOS PERFILES ESPECÍFICOS DE CADA PACIENTE para el establecimiento de un tratamiento óptimo.

A.R.

Fuente: Cursos de Postgrado en  Psicopatología Y Salud. “Resumen -Taller Prof. Pérez Pareja”.

jueves, 16 de mayo de 2013

EXPERIENCIAS TRAUMÁTICAS.


Estimados lectores: 

¿Qué nociones tenemos acerca la aplicación en Psicología del EMDR  o la Desensibilización y Reprocesamiento mediante el movimiento de los ojos? Hace algún tiempo asistí a una interesante conferencia sobre la herramienta, y ahora es el momento de transferiros el contenido de la charla.
La EMDR fue una herramienta psicoterapéutica diseñada por Francine Shapiro, destinada al tratamiento de personas que habían sufrido traumas. Personas aquejadas de estrés postraumático y patologías que surgían a raíz del mismo, podrían ser intervenidas mediante EMDR.
Fueron definidos por el DSM como criterios TPET (Trastornos de Estrés Postraumáticos), desastres provocados por el hombre: guerras, terrorismo, explosiones, incendios, accidentes de tráfico; desastres naturales: huracanes, tornados, inundaciones, incendios forestales, tsunamis, erupciones volcánicas; y otros, violaciones, abuso sexual, agresión e infartos (T). TRAUMAS CON “T” MAYÚSCULA.
Además, se incluirían también experiencias que impactaban sobre la manera que uno se ve a sí mismo, a los demás y al mundo y que, aunque no recibían la calificación de trauma, generaban problemática, entre ellos destacan los comentarios despectivos, insultos o burlas y críticas (t). TRAUMAS CON “t” MINÚSCULA.
La eficacia y mejores resultados de EMDR se obtuvieron tras analizar historias clínicas con TRAUMA SIMPLE, es decir, en personas que solo habían padecido un único acontecimiento traumático y que anteriormente se encontraban “medianamente” sanos a nivel psicopatológico. Como ya he apuntado, personas con diagnóstico de TEPT.

La técnica es una herramienta para el empuje de toda aquella experiencia que no fue reprocesada adaptativamente y que surge en forma de “síntoma” en aquellas personas que hayan experienciado un trauma. A veces la contención de dicha información, genera una memoria traumática e impide que los seres humanos a traviesen su malestar.

Una vez admitida la técnica y tras haberse equiparado con la “archiconocida” Terapia de Exposición, la poca investigación que va existiendo va refrendándose poco a poco y su utilización para el tratamiento de las fobias, trastornos disociativos y los trastornos de la personalidad, se va haciendo más que evidente. Se cree que un mayor y más preciso apoyo empírico, junto a un tipo de investigación más rigurosa con un protocolo más estandarizado, sería lo más conveniente, ya que se establecerían criterios de mayor acuerdo, favoreciendo todo con ello resultados más concluyentes.

La técnica sería recomendable en pacientes con cualquier rango de edad, siendo su mayor grosor la investigación en personas adultas, sin probarse la eficacia en niños o personas de la tercera edad.
Aunque la EMDR puede ayudar a trabajar en traumas dolorosos o recuerdos de la infancia, el terapeuta debe estar notablemente formado en la problemática o el trastorno abordado antes de su utilización. Se adoptaran las precauciones necesarias si nos encontramos ante personas esquizofrénicas o pacientes bordeline, con trastornos bipolares, TOC y en personas con depresión severa, a pesar de que, en éstas últimas, la intervención con EMDR no es tan recomendada, ya que no hay respuesta directa excepto que el paciente refiera un recuerdo muy antiguo o trauma “perturbador”.

No es recomendable el tratamiento en mujeres embarazadas, excepto que el suceso le impida la cotidianidad o que el tratamiento no se pueda posponer por lo limitante de sus recuerdos. Revivir el recuerdo supone una fuerte exposición y explosión a nivel emocional y corporal y evidentemente en estos casos no es muy recomendable.
Mediante EMDR son evaluables: las automutilaciones, la ideación o intención suicida, las conductas que ponen en riesgo a los demás o a uno mismo, las ganancias secundarias y las disociaciones. Cuidado con mantener alguna de estas conductas (ganancias secundarias).

Iniciado el PAI (Procesamiento Adaptativo de la Información) y en medio del relato del acontecimiento, evitar la discusión de las creencias del paciente que, tarde o temprano, se van adjuntando al conocimiento global del caso, junto a hacer una interpretación justa, resaltando como fundamental el lugar que corresponda a las vivencias del paciente y a la realidad que de ellas se deriva, considero que son unos de los aspectos primordiales, o principios básicos en la intervención mediante la técnica.

Evitar el contrarresto de los pensamientos y sólo dar pequeños empujones” -apunta la profesora Más-, sería otra directiva en la práctica de la técnica; dejar una libertad absoluta en el relato de los acontecimientos para que el paciente recorra cada una de las cadenas asociativas que propulsan su trauma, sin dirección y sin control que evite la inducción de recuerdos por parte del psicoterapeuta, sería otro de los principios o directrices más apropiadas. “El terapeuta dejará que brote el propio sistema de valores y creencias del paciente sin intervenir marcándole el camino o un camino hacia los mismos”.

Trabajar en la ayuda de la creación de un sistema de valores y compromisos, si es que el paciente carece de los mismos, será otra de las funciones psicoterapéuticas. Bajo ningún concepto dejaremos al paciente en una situación de “miedo” peor en la que lo hemos encontrado. Evitar quitar el “poco control” que algunos nos refieren es imprescindible. Invadir o entrometerse demasiado resultara totalmente desaconsejable.

Amalia Romero San José. 
Consulta Psicológica A.R.

Fuente: Cursos de Postgrado en Psicopatologia y Salud Conferencia Profesora: Blanca Mas.


domingo, 10 de marzo de 2013

LA MUSICOTERAPIA EN NUESTRAS VIDAS.


Hace ya algunos meses asistí a un taller de musicoterapia precioso. La profesora Pilar Lago nos enseño que la música o los diferentes sonidos son un medio significativo, útil y muy práctico para abordar problemas de carácter psicopatológico.

El cuerpo y la expresión corporal no engañan, afirmó la profesora. Hay veces que no hacen falta las palabras. Se produce una activación no verbal a partir de la cual se vienen a resolver situaciones que nos incomodan.

Pilar hacia referencia a que, en la actualidad, este tipo de talleres los lleva a cabo en intervenciones con personas con historias clínicas de Alzheimer, (pacientes en un continuo deambular y bajo fuertes estados de nerviosismo a los que no se sabe, como ayudar) Parkinson y, últimamente, ha comenzado a aplicarlos en el seno de tratamientos con mujeres maltratadas y a sus agresores.

La profesora trató de explicarnos la diferencia entre la utilización de la música con fines de tipo más bien lúdicos o, por otra parte, la música con fines propiamente terapéuticos. En este último lugar el alcance se asemejaba, bastante más, al propósito de otras ciencias, tales como, la medicina, Psicología, etc., que hacia otra cosa.

Al parecer no tiene nada que ver el hecho de poder pasar un rato agradable o de dispersión en una actividad donde la música está presente, que en un ámbito donde la música se convierte en una herramienta terapéutica (musicoterapia) y facilita la expresión de las emociones creando vínculos y obteniendo resultados que generan mejoras significativas. Las personas logran una apertura de su estado interior que, en según que casos, dan lugar a la recuperación de un bienestar “trastocado”. Y de ello, doy fe. Mi experiencia profesional justifica que el torrente de emociones explosiona en el centro de dos de las sesiones llevadas a término durante las pasadas dos semanas, y que en lo que respecta una demanda estrictamente relacional, marital o de pareja los resultados son más que notables.

“La música nos conduce a un remanso de paz”. Tras finalizar uno de los ejercicios puesto en práctica en la dinámica se advierten diferentes experiencias. Algunos compañeros afirmaron haber sentido vergüenza, sensaciones extrañas, momentos emotivos, sufrimiento, protección, unión, sincronía, acercamiento, libertad, espacio, introversión, rencuentro, expresión, acercamiento, gratitud, compañía, acompañamiento, sintonía, paz, afecto, belleza e incluso arte en movimiento. 
Yo misma lo sentí, yo misma lo estoy poniendo en práctica en la consulta presencial y “no dejo de sentirlo”, por lo que con todo ello, se puede corroborar que la música es un remanso de bienestar.  
La actividad grupal, la terapia relacional, el tratamiento en el seno de la pareja, hacen resurgir sentimientos hasta ahora no experimentados de este modo, que nos enriquecen y que reducen plenamente nuestro malestar.

La profesora nos mostró como hay piezas musicales que pueden significar emociones diversas en cada ser humano. En su caso, y a pesar de escuchar una pieza absolutamente terrible, triste y, hasta algo desgarradora, afirmó que la pieza que utilizó en el taller era una de las piezas con la que ella más podría identificarse y “sentir durante aquel instante o momento no tan desgarrador de su existir. Sin embargo, aseveró que dependiendo de la actitud que tengamos en el presente, los mensajes de las melodías pueden ser diversos, haciéndonos sentir de infinitas formas a lo largo de nuestro experimentar reconociendo que las podemos extrapolar al resto de nuestra cotidianidad.

Dejarnos llevar, practicar este tipo de dinámicas sin ejercer “control” sobre el otro, y pensar que lo que tratamos de transmitir va a ser comprendido facilita hacer un buen ejercicio musicoterapéutico y de todo "ello" estoy segura, ya que por mi práctica así me consta.

Este arcoíris de sensaciones acompañados por melodías con fines terapéuticas, tratan de simular los cuidados que incluso recibimos en el vientre materno y que, si consiguiésemos extrapolar a nuestro marco convivencial, las sociedades dejarían de estar tan devastadas.

La estimulación corporal, la estimulación a nuestros pacientes a través de las caricias, pequeños masajes, frases agradables, la comunicación mediante un medio recreativo, las canciones de nuestra vida, el potenciar la comunicación gestual a través del movimiento, del ejercicio físico y del baile, tocar, manipular objetos sonoros, o pequeños instrumentos, formar parte de grupos corales e instrumentales constituyen el eje vertebral para cualquier posible aplicación terapéutica de origen musical.
El taller fue precioso, la profesora supo plasmar a la perfección la importancia del significado de la música para cada individuo de acuerdo a su identidad sonora y a la rememoración de su estilo musical y no me cabe duda de que en mi práctica no solo personal sino también en mi trabajo la musicoterapia nos acerca al relax.

A.R.
Cursos Postgrado en Psicopatología y Salud.


domingo, 3 de marzo de 2013

Prevención y tratamiento psicológico en la enfermedad de Alzheimer.

Apreciados lectores, hace ya algunos días que no escribo nada en mi blog, espero que me disculpéis, las personas que acuden a la consulta presencial ocupan la gran parte de mi tiempo y me resulta complicado atender algunas de las actividades que hasta ahora venía realizando.

No obstante, hoy domingo y ahora que he sacado un ratito, os voy a tratar de exponer el resumen de una conferencia a la que tuve el placer de asistir en el curso pasado durante el postgrado. La ponencia la ofrecio el psiquiatra Alejandro Caballero e hizo una exposición absolutamente precisa acerca de las herramientas de prevención, junto a los tratamientos psicológicos utilizados en el marco de las demencias.

Al citar como técnicas rehabilitadoras las terapias asistidas por ordenador hizo referencia, por ejemplo, a como a través de varios estudios de investigación, Revisión: (Ballard y cols.: Can J Psychiatr 2011; 56: 589- 95), hay resultados poco concluyentes a nivel de prevención dentro del envejecimiento y su psicopatología.
Sin embargo, el profesor señaló que la prevención podía suponer un retraso considerado en la aparición de la demencia. “Si trabajamos el desarrollo cognitivo (atención, memoria, orientación, lenguaje y cognición general), existen evidencias más que satisfactorias de no aparición”. Investigaciones con Brain Test Britain: muestran mejora en el resultado de los juegos pero no generalización (no mejora en los tests de control).

Añadió Caballero que, en casos ya diagnosticados y, a nivel rehabilitación, los resultados no tienen lugar, los resultados son todavía menores. Prueba de ello son las investigaciones que se han hecho al respecto.

Alejandro nos explicó que se utilizan estrategias cognitivas estandarizadas (pruebas: juegos, programas de estimulación) que van a validar algunas de dichas hipótesis y que fundamentan que hay mejora en el rendimiento a base de repetir las tareas una y otra vez, obteniéndose mejores resultados, pero que, contrariamente, no hay generalización, por tanto concluyó que la experimentación era decepcionante.
El profesor nos fue exponiendo por orden todos aquellos factores que la literatura cree que forman parte de las medidas preventivas para el desarrollo de la enfermedad o los principales factores de protección.

Nos muestra el estudio Barnes & Yaffe /Lancet Neurol 2011 y, como a través del mismo, se calcula a nivel mundial el número de casos de Alzheimer que se podrían prevenir si para ello se redujeran en un 10% los factores de riesgo y seguidamente la reducción se estableciera en un porcentaje mayor (el 25%). Caballero mencionó factores como la diabetes, la hipertensión, la obesidad, la depresión, la inactividad física, el tabaco, la inactividad cognitiva o todos ellos combinados ya que podrían prevenir, si se redujeran en un 25%, cerca de 3 millones de casos de la enfermedad a nivel mundial y, por ejemplo, cerca de 1millón si se hace hincapié en el incremento de la actividad cognitiva como actividad preventiva importante en su desarrollo.

En resumen, la introducción de elementos como cuidar el nivel educativo de nuestros menores, promover el ejercicio físico intenso en nuestros mayores, la dieta mediterránea, luchar contra el tabaquismo, la depresión, HTA-DM, tener en cuenta algunos factores como la edad, la actividad mental y social, e incluso la biografía o el propósito de vida de los sujetos o reminiscencia, forman parte del grupo de elementos significativos de la prevención y tratamientos psicológicos en el ajuste de los trastornos que surgen al hilo del envejecimiento y la salud. Estudios de investigación, incide el profesor, no dejan de corroborar una posible mejora y avances a lo largo o en el transcurso del periodo de evolución.

A.R.
Resumen Conferencia Cursos Postgrado.

lunes, 28 de enero de 2013

Aquí tenéis el enlace directo de mi web y si estáis interesados y queréis profundizar un poquito más no dudéis en poneros en contacto conmigo.

http://www.arpsicologa.com

Gracias.