martes, 29 de noviembre de 2011

MOTIVACION PELICULA GLADIADOR

La depresión...


Trás un amplio espacio sin noticias, de nuevo os presento alguno de los estudios relacionados con la depresión, una de las psicopatologías más habituales entre los mortales.

Algunos factores biológicos y socioeconómicos pueden contribuir a la aparición del trastorno depresivo.

FACTORES BIOLÓGICOS:

La tasa de depresión es mayor en las mujeres. Responden a una proporción de dos casos en la mujer, por uno en el varón ya sea en poblaciones estudiadas o en población general.

Si el diagnóstico es la depresión bipolar, la proporción en cuanto al género es similar, este hecho viene facilitado por factores biológicos y socioculturales, además de por factores diferenciales de tipo endocrinológicos y atributos de rol que definen a la mujer, y que se caracterizan por su mayor dependencia y pasividad, facilitando su mayor susceptibilidad a padecer depresiones.

Según un estudio realizado en España por De Santiago y colaboradores (1987) el perfil de riesgo de patología psíquica afectiva tiene lugar en mujeres casadas entre 40 y 59 años de edad, sin hijos menores de 15 años y que desempeñan una doble jornada laboral, doméstica y extradoméstica.

Con respecto a la sintomatología depresiva en adultos jóvenes (18 y 44 años) hay acuerdo en cuanto a la incidencia de síntomas. La prevalencia en los trastornos del estado del animo (TEA) disminuye con la edad en los varones, mientras que en las mujeres los síntomas se incrementan entre los 30-44 años, aunque luego, en ambos casos, se produce una disminución. Es considerable apuntar que la mujer en la menopausia o inmediatamente después de esta, es un tópico la presencia de la depresión.

Los niños también padecen depresión. En un principio, su estudio estuvo relegado, pero en la actualidad ha revestido interés resaltando que hay entre un 1-2% de niños y niñas con depresión mayor y un 9-10% presenta síntomas distímicos.
Durante la adolescencia se produce un aumento de la presencia de la depresión y es una presencia paritaria en ambos sexos.

FACTORES SOCIOECONÓMICOS.

Las depresiones menores, los trastornos distímicos y las depresiones mayores unipolares, se dan más frecuentemente en las clases sociales más desfavorecidas, entre los que tienen un nivel educativo bajo, y los que realizan trabajos menos cualificados, todos ellos tienen mayor probabilidad de sufrir dichos trastornos.
De entre todas las correlaciones posibles serán las mujeres trabajadoras de clase baja las que tienen un riesgo más amplio de sufrir depresión.
Entre las clases sociales altas predominan las depresiones bipolares.

Si hablamos de depresiones bipolares estas serán similares en un entorno rural que en uno urbano. En depresiones menores y mayores unipolares el porcentaje, será mayor en zonas urbanas.

El tipo de creencias religiosas o el estado civil de un individuo condicionan el riesgo depresivo, por ejemplo, las mujeres solteras tienen tasas de depresión más bajas que las casadas y, en los varones sucede que son los solteros los que tienen mayor tasa de depresión.
Las depresiones menores y las mayores unipolares se presentan con menor frecuencia entre personas casadas o entre las que mantienen unas relaciones sentimentales estables.
No existe la misma correlación en las depresiones bipolares, aunque si que se sabe que son más frecuentes en separados y divorciados.

El soporte social es un factor de inmunización frente a las depresiones, sucederá así excepto en lo que a los trastornos bipolares se refiere ya que, su carga disposicional genética es mayor.

Así que, lo que realmente determina el riesgo de depresión es la percepción de apoyos sociales.

HABITO DE FUMAR Y DEPRESIÓN.

Existe una alta Comorbilidad entre el hábito de fumar y la depresión. Tres teorías explican la causa de ésta relación:

  • La depresión podría ser la causa de que se fume, se fuma para afrontar el estrés.
  •  Fumar causa depresión.
  • Ambos tienen un origen común.

Hay trabajos como por ejemplo, el de los investigadores Vázquez y Becoña (1987) donde se sigue reafirmando que hay estudios significativos que demuestran la relación entre ambos conceptos.
Además, se citan algunas circunstancias:
  1. Dejar de fumar es más difícil para la persona deprimida que para la población general.
  2. Algunos fumadores que intentan dejar su hábito a lo mejor son incapaces por la depresión.
  3. Si la sintomatología depresiva persiste, los pacientes tendrán mas posibilidades de fracaso en abandonar el hábito.
  4. Si siempre se ha fumado se tiene mayor probabilidad de estar deprimido, si lo comparamos con quienes nunca fumaron.
  5. El grado de dependencia se relaciona con una mayor probabilidad de depresión.
  6. Si el fumador anteriormente presenta episodios depresivos tendrán más probabilidad de convertirse en adictos a la nicotina.
  7. Si se fuma durante mucho tiempo, probablemente uno se deprimirá.
  8. La irritabilidad, nervios y disforia serán más graves si hay una historia de depresión de fondo.
  9. Si el historial refleja depresión y tabaquismo, el individuo acabará fumando.
DEPRESIÓN Y SUICIDIO.

El suicidio es una de las diez causas más frecuentes de muerte en el adulto, entre los 15 y 44 años, constituye la cuarta causa de fallecimientos, y en adolescentes ocupa el tercer lugar.

Las mujeres vuelven a desmarcar en sus intentos de suicidio, su proporción es de 2 a 1. Pero son los varones quiénes más se suicidan (2 hombres por cada mujer) por tanto, sus amenazas son mucho más graves que en el caso femenino. Las tentativas son mayores en mujeres que en hombres especialmente entre los 15 y 24 años.
Suicidio y depresión están solapados.

El alcoholismo es la segunda condición que más se asocia al suicidio, una edad superior a 45 años, el aislamiento social, que existan dificultades laborales y económicas, medios para tentativas, como armas, planes o incluso antecedentes familiares de suicidio, son factores que facilitan el incremento de esta enfermedad mental, por lo que constituirán factores de riesgo para la depresión. 

Existe un gradiente de cuatro tipo de conductas suicidas: idea, amenaza, tentativa y consumo del suicidio. Que exista algún tipo de conducta suicida o amenaza verbal supondrá tenerla siempre en cuenta por el profesional y familia, ya que es un patrón de riesgo importante.
El riesgo suicida es más frecuente entre los depresivos que mejoran parcialmente sus síntomas y disponen de energía que, en el caso de que el sujeto se encuentre en la fase aguda de la enfermedad, donde está retardado haciendo que se inhiba en la propositividad del suicidio.

Por tanto, los factores de riesgo se configuran como factores que incrementan la probabilidad de suceso de la enfermedad, en este caso de la depresión. A mayor numero de factores que confluyan, mayor probabilidad de depresión.

De modo que, proceder al análisis de la historia familiar, de los trastornos físicos o mentales crónicos, de algunos cambios mayores en la vida y estrés, del poco o nulo apoyo social, los factores psicológicos, el bajo estatus económico, el sexo femenino, la edad, la raza, el insomnio y finalmente los trastornos del sueño, nos atisban para determinar la presencia o no de la depresión. 
Estemos alertas...entonces, y acudamos a un técnico si sopesamos algun tipo de esta sintomatología.


La Información viene documentada de los cursos de postgrado en Psicopatología y Salud: Psicopatología de la Depresión. José Antonio Portellano.( Universidad Complutense de Madrid)

Deseo que os haya ilustrado tanto como a mi...