sábado, 25 de febrero de 2012

AUTOESTIMA IV

Si nos tratamos bien, si nos regalamos pequeñas cosas, si intentamos autorreforzarnos, nos estaremos enseñando que somos merecedores de cosas positivas de modo que hagamos un listado de actividades que nos resulten agradables y reforzantes, como ir al cine, darnos una baño en vez de una ducha, escaparnos a algún lugar con encanto, comprarnos un capricho, como una caja de bombones, un pintalabios, etc., para darnos cuenta que con estos pequeños cambios podremos contrarrestar nuestro animo depresivo y estigma internalizado apartando la anhedonia” y “apatía” de nuestro “estar”.

No nos autocastiguemos más. Tener una vida sexual activa también es signo de bienestar y una gran fuente de autoestima más, así que empecemos por apartar estos sentimientos de nuestras cabezas...ya! 

A.R.

jueves, 23 de febrero de 2012

AUTOESTIMA III

Vamos a “autoverbalizar” positivo acerca de nosotros mismos.

Si, ya sé, puede resultar complicado, difícil, nos podemos sentir avergonzados si nos decimos a nosotros mismos cosas bonitas, sin embargo, es lo que “nos deberíamos decir”, lo que deberíamos hacer, y no dejarnos convencer e incluso “creer” todos nuestros calificativos contrarios o negativos sobre nosotros mismos, ya que éstos, seguro, seguro que no nos avergüenzan.

Estamos influenciados por la mala comprensión de una “moral judeo-cristiana” y del mandamiento donde nos decían que debíamos amar a los otros como a uno mismo y esto ya no puede ser más.

Os recomiendo que escribáis en un libreta vuestras cualidades positivas, una a una, día a día, y tras acostaros no olvidéis su lectura, vamos a escribir aquellos aspectos que nos hayan hecho sentir orgullo y, por la mañana, antes de salir, vamos a leernos este listado de afirmaciones que iremos acumulando para así sentirnos mejor.

He aquí una buena manera de reforzar nuestra autoestima.

Si revisamos nuestro pasado, si vamos contemplando nuestros logros, nos podremos dar cuenta de nuestras capacidades, venciendo cualquier obstáculo. Todos contamos en nuestro “haber” con pequeños triunfos, por tanto, ¡apartémos nuestros fracasos!

A.R. 

To be continued ...

martes, 21 de febrero de 2012

AUTOESTIMA II


Aprender a darle la importancia oportuna al pensamiento que los demás tienen sobre nosotros será uno de nuestros fines.

Lo que uno es en el sentido más profundo nadie lo sabe, “no existe una verdad en ningún sitio”. Si partimos de esta premisa, lo único que conocemos con seguridad es lo que nosotros pensamos de nosotros mismos, por ello debemos cuidar dicho aspecto.

Además es casi imposible saber lo que los demás piensan de nosotros, podremos pedirles que nos lo digan, pero lo que nos digan puede o no corresponder con lo que piensen en realidad.
Así que si dedicamos demasiado tiempo a ello, estaremos perdiendo gran parte de nuestra energía en “vano”.

Muchas personas cuyo temor es el rechazo social continuo pierden mucho tiempo con ello.

“Solo cada uno decidiremos a que persona o personas conferimos el poder de hacernos daño”.

Así que aunque lo razonable es que ciertas personas significativas o cercanas a nosotros sean las que puedan “hacerlo” no debemos darles el poder de desequilibrarnos a través de sus juicios.

Son muy pocos los que nos conocen tan profundo y no de manera tan parcial, como para hacernos un JUICIO sobre NUESTRA VALÍA  PERSONAL GLOBAL. En la mayoría de las ocasiones no existe nadie en tal situación.


A. R.
(To be continued).






lunes, 20 de febrero de 2012

AUTOESTIMA PARA ADULTOS I

¿Qué entendemos por autoestima? Respuestas como “querernos a nosotros mismos”, “respetarnos” o “aceptarnos tal y como somos” son respuestas que aluden a "dicho preguntar".

Pero la autoestima supone algo más que aceptarse, no se trata de resignarse  a lo que se es, o de aceptar nuestras virtudes y defectos, consiste en reconocernos como personas imperfectas en un proceso y empeño continuo por CRECER Y APRENDER de cada uno de nuestros errores al experimentar.

El autoconcepto implica cómo nos vemos, y la autoestima se refiere a cómo valoramos eso que nosotros vemos de nosotros mismos, es decir, a nuestra valía interpersonal.

Carecer de autoestima nos puede conducir a la presencia de problemas más graves como la fobia social, el abuso de sustancias o la anorexia.

Preocuparnos por cómo nos ven los demás, lo que los demás “nos piensan” o el temor a que nos rechacen, es autoestima, autoestima desde un prisma social.
Nosotros mismos vertimos nuestra propia opinión sobre nuestro nivel intelectual, físico, social, etc., de modo que contrarrestar con una buena discusión nuestros pensamientos negativos, junto a cuestionarnos todo lo que negativamente nos decimos,forma parte del plan.

¿Quién en alguna etapa de su vida, no ha vivido en la sombra de un estigma-protagonizado? 
O apartamos de nuestra vida la internalización de nuestro estigma-social ("somos feos", "somos gordos", somos “tal” o somos “cual”, etc.), o nos convertiremos en enemigos de nuestro propio bienestar.

Pensamientos del calibre “no valgo para nada”, “soy el único culpable de todo lo que me sucede”, “mi aspecto es horroroso”, “nadie me querrá como pareja”, etc., etc., etc., son pensamientos que se encargan una y otra vez de acrecentar nuestra baja autoestima demostrando nuestra propia insatisfacción.

De modo que en los siguientes post seguiré exponiendo alguna "cosica" más sobre nuestra valía personal.

A. R

martes, 14 de febrero de 2012

TALLER COGNITIVO DEL ESTRÉS II


Si la interpretación de una situación cambia, la respuesta cambia. Por tanto no es la situación la que provoca la respuesta, sino su interpretación. Si conseguimos interpretar el aumento de tareas como algo no tan negativo, casi seguro que nuestras alarmas decrecerán.

La intervención sobre cada una de estas tres variables y su correspondiente metodología nos llevan al control de la respuesta, por lo tanto, nos conducen a un mayor control del problema.

Muchas veces es conveniente la intervención sobre la interpretación. No solo basta con plantear interpretaciones más positivas sobre lo negativo de cualquier situación, si no que a veces son necesarias otras interpretaciones alternativas, que debiliten la interpretación inicial, utilizar la reestructuración cognitiva para ello, es una de las técnicas adecuadas. Evitar mantener interpretaciones rígidas y tratar, que el cliente sea más flexible son nuestros objetivos. (Detención del pensamiento).

Los cambios, el diálogo para que cambien nuestras situaciones son otra forma de intervención, (pedir a quién nos atribuye labores que nos desbordan un cambio, es una solución, una solución que por otro lado tiene que ver más con nuestra conducta que con el pensamiento), pero que deberemos también tener en cuenta.

Cuando el terapeuta interviene sobre la respuesta, y trata que el individuo responda diferente a como lo había hecho cuando tuvo lugar la circunstancia que lo llevó al desequilibrio (es decir, en este caso cuando se pretende que el sujeto se desenvuelva con menor grado hostilidad, enfado, etc ante la petición de aumento en sus tareas, el incremento de la productividad), estaremos frente a otra forma de intervención, que maximiza un alto grado de éxito sobre el problema planteado. 

Utilizar técnicas que consigan disminuir altos niveles de hostilidad como por ejemplo, técnicas de relajación u otras habilidades de control que eviten respuestas negativas, respuestas de estrés, son fundamentales en estos tratamientos.

He aquí un ejemplo claro y práctico sobre el que debemos aplicar relajación, técnicas de control, y “otras” como la reestructuración, para poder superar el grado de tensión al que nos vemos sometidos en situaciones bajo presión.

A. R.

Transmisión vertical HIV-Sida

domingo, 12 de febrero de 2012

TALLER COGNITIVO DEL ESTRÉS I

Durante estos últimos días os he hablado sobre el estrés y los momentos de tensión que salen a su paso.
Uno de los ejemplos más típicos de estrés responde a ciertas situaciones que tienen lugar en nuestro ámbito laboral.

El pasado año asistí a algunos de los talleres que tuvieron lugar en los cursos de postgrado en la UNED sobre estrés y aquí os dejo un pequeño resumen sobre como intervenir cognitivamente en situaciones de estrés impartido por el profesor J.M.Buceta.

Existen tres áreas de abordaje sobre las que actuar cuando nos encontramos frente a una situación de alarma, por ejemplo, una situación en la que nos sentimos desbordados de trabajo:

  1. La situación (que se define como potencialmente estresante, en este caso, un incremento en el desempeño de funciones laborales en el sujeto).
  2. Su interpretación.(tareas que no son de buen recibo, que no son justas).
  3. Y la respuesta. (Hostilidad, enfado).
Si en nuestros trabajos nos aumentan el ritmo y la cantidad, además de interpretar dicho hecho, como algo injusto, y de muy poco recibo, nos enfadaremos ante el cambio, y seguro que  "nos estresaremos".
Un contexto de relajación es el contexto adecuado para ir trabajando y de esta manera, ir extrayendo los aspectos sobre los que tendrá lugar la maximización (la resolución de este estado), de forma que se vaya produciendo una mejora de la respuesta de estrés.

No son las situaciones por si mismas las que nos hacen responder de una determinada manera, sino que la interpretación que cada uno haga de dichas situaciones, junto a nuestro estado anímico, serán quienes determinen que las respuestas sean de una forma u otra. Si creemos que todo lo que nos esta sucediendo es injusto o que no lo vamos a poder sobrellevar, se acrecentará nuestro problema.

Si somos conscientes de cómo interpretamos las situaciones potencialmente estresantes, el efecto va a ser menor por el control que percibimos.

A.R.

 (To be continued)








sábado, 11 de febrero de 2012

OTRAS MANERAS DE COMBATE DE LA RESPUESTA DE ESTRÉS.



PROGRAMAS DIVERTIDOS DE TELEVISIÓN PARA COMBATIR LA RESPUESTA DE ESTRÉS

 

En este diagrama, nuestros sujetos experimentales están sometidos a una situación generadora de estrés (1ª diapositiva en cada uno de los cuatro casos).

Comprobaremos cual es su respuesta cardiovascular tras exponerlos a diferentes programas de televisión con diferente contenido temático.

En las tres primeras viñetas el contenido de los cortos cinematográficos a los que se expone a los sujetos es temática 1º: divertida; 2º: felicidad, y por último película de contenido: neutro.
Las respuestas en los tres primeros casos es que va variando su respuesta cardiovascular de menor intensidad a mayor intensidad. No siendo demasiado negativa hasta que aparecen programas televisivos con contenido neutro.

El contenido de la cuarta viñeta responde a un cortometraje de contenido triste donde la respuesta cardiovascular del último sujeto es mucho más acusada que la del resto de sujetos.  Se produce un aumento negativo de la respuesta cardiovascular cuando los contenidos de los cortometrajes son tristes. Todo ello queda expreso por la longitud más pronunciada de la respuesta (comparemos el dibujo).

A. R.