lunes, 1 de julio de 2013

TRATAMIENTO DEL SÍNDROME DE FIBROMIALGÍA

Los enfermos con fibromialgia se diversifican en un grupo muy heterogéneo de pacientes. Numerosas investigaciones confirman que existen subgrupos dentro de los pacientes fibromiálgicos y que la diferencia viene determinada por las escalas bimodales que establecen diferentes modos de intervención para cada uno de los sujetos. Se fue comprobando que lo adecuado no era someter al mismo tratamiento a las personas con dolor.
Los investigadores encontraron personas con fibromialgia con puntuaciones muy elevadas de dolor, personas radicalizadores, que no eran capaces de levantarse y que abandonaban cualquier actividad; y, por otro lado, encontraron el grupo de fibromiálgicos con un perfil en el que sus síntomas no eran tan exacerbados, con características mucho menos radicales y que afrontaban la cotidianidad (levantándose y cumpliendo con su trabajo, etc.). Apunta el profesor que, desde que ha tenido lugar la diferenciación en clínica de los distintos perfiles, se han obtenido mejores resultados y con mayor precisión. Todavía deben concluir más investigaciones que configuren un protocolo de evaluación más general que permita diferenciar aun mejor y construir procedimientos de intervención cada vez más específicos.
Diversificar los grupos diagnósticos intra-grupo, o diferenciales dentro del grupo de pacientes fibromiálgicos, consigue mayor avance en el tratamiento con respecto al conseguido en el pasado, donde a todo el mundo se trataba por igual.
En cuanto a los tratamientos, apunta Pérez-Pareja que, a día de hoy, no se ha podido establecer el peso ponderado de cada uno de los procedimientos de la mejora (si es que la hay), sin embargo y estableciendo como grupo control sujetos que solo reciben tratamiento farmacológico y diferenciándose de ellos el grupo que recibe dicho tratamiento más terapia psicológica, se observa un  notable cambio en este último grupo que en el anterior.
La terapia complementaria se demuestra eficaz, lo cual es muy bueno, ya que parece que, al menos, existe una conciencia de que dichos tratamientos funcionan o que incrementan la mejoría de los pacientes con fibromialgia. Se empieza a creer en la labor de los psicólogos, ya que aquellos enfermos que solo reciben fármacos parecen no encontrarse tan bien como los enfermos que reciben fármacos más terapia complementaria.
Los fibromiálgicos son personas que generalizan su dolor. Interpretan que bajo cualquier circunstancia y que cualquier acontecimiento de la vida cotidiana les va a hacer susceptibles de generar dolor. Son generadores de una atención selectiva sobre cualquier punto de estimulación. La mejor y más utilizada herramienta terapéutica para que dichos pacientes afronten sus miedos es la EXPOSICIÓN. A través de la DESENSIBILIZACIÓN SISTEMÁTICA propiciaremos cierta habituación hacia los estímulos fóbicos para que, finalmente, estos dejen de emitir la típica respuesta de evitación. Lo que habitualmente suelen hacer estos pacientes es evitar o escapar de todas aquellas situaciones que les generan problemática, por lo tanto, si no se da la modificación de los estímulos o sensaciones de la vida diaria y se consigue el desaprendizaje de los mismos como generadores de dolor, muy difícilmente les conseguiremos ayudar. Son pacientes que no se exponen que prefieren inhibirse para evitar cualquier tipo de malestar. Exponerlos e introducir PROGRAMACIONES DE LA VIDA COTIDIANA y fomentar HABILIDADES DE COMUNICACIÓN para, al menos liberar ciertas tensiones y para que los pacientes puedan sentirse de manera mucho más normal, son otros modos de intervención. En definitiva generar nuevas estrategias de afrontamiento mediante la planificación de sus  actividades de la vida diaria, es otro modo de intervención.


Perciben su dolor como inhabilitante por lo que dejan de lado cualquier tipo de actividad, de manera que “trabajar” con sus cogniciones también será fundamental. (REESTRUCTURACIÓN COGNITIVA). Estas personas tienen muchas distorsiones cognitivas, son personas de muy baja autoestima y con problemas de autorefuerzos (ganancias secundarias) de modo que , LA PARADA DEL PENSAMIENTO y LA PLANIFICACIÓN DE REFUERZOS (o dejar de lado su propio autocastigo) también generarán aspectos positivos dentro del tratamiento.

EXPOSICIÓN ENCUBIERTA, APROXIMACIONES SUCESIVAS, GENERALIZACIÓN EN VIVO Y RELAJACIÓN MEDIANTE ENTRENAMIENTO AUTÓGENO son técnicas de tratamiento en la clínica del dolor.
BIOFEEDBACK (Electromiograma músculo-frontal en relajación y temperatura periférica en incremento y disminución de la temperatura). Mediante la aplicación de dicha técnica se consigue una activación del sistema parasimpático que conlleva la relajación en el resto del organismo. Evitamos a los pacientes “problema” (resistentes a Jacobson) que tengan dolor mediante la tensión y les enseñamos a relajarse eficazmente. El profesor señala que pretende la estandarización de la herramienta como tratamiento a prescribir para el síndrome de fibromialgia. Pérez-Pareja insiste en la importancia del ANÁLISIS FUNCIONAL Y DE LOS PERFILES ESPECÍFICOS DE CADA PACIENTE para el establecimiento de un tratamiento óptimo.

A.R.

Fuente: Cursos de Postgrado en  Psicopatología Y Salud. “Resumen -Taller Prof. Pérez Pareja”.