Los enfermos
con fibromialgia se diversifican en un grupo muy heterogéneo de pacientes.
Numerosas investigaciones confirman que existen subgrupos dentro de los
pacientes fibromiálgicos y que la diferencia viene determinada por las escalas
bimodales que establecen diferentes modos de intervención para cada uno de los
sujetos. Se fue comprobando que lo adecuado no era someter al mismo tratamiento
a las personas con dolor.
Los
investigadores encontraron personas con fibromialgia con puntuaciones
muy elevadas de dolor, personas radicalizadores, que no eran capaces de
levantarse y que abandonaban cualquier actividad; y, por otro lado, encontraron
el grupo de fibromiálgicos con un perfil en el que sus síntomas no eran tan
exacerbados, con características mucho menos radicales y que afrontaban la
cotidianidad (levantándose y cumpliendo con su trabajo, etc.). Apunta el
profesor que, desde que ha tenido lugar la diferenciación en clínica de los
distintos perfiles, se han obtenido mejores resultados y con mayor precisión.
Todavía deben concluir más investigaciones que configuren un protocolo de
evaluación más general que permita diferenciar aun mejor y construir
procedimientos de intervención cada vez más específicos.
Diversificar
los grupos diagnósticos intra-grupo, o diferenciales dentro del grupo de
pacientes fibromiálgicos, consigue mayor avance en el tratamiento con respecto
al conseguido en el pasado, donde a todo el mundo se trataba por igual.
En cuanto a
los tratamientos, apunta Pérez-Pareja que, a día de hoy, no se ha podido
establecer el peso ponderado de cada uno de los procedimientos de la mejora (si
es que la hay), sin embargo y estableciendo como grupo control sujetos que solo
reciben tratamiento farmacológico y diferenciándose de ellos el grupo que
recibe dicho tratamiento más terapia psicológica, se observa un notable cambio en este último grupo que en
el anterior.
La terapia
complementaria se demuestra eficaz, lo cual es muy bueno, ya que parece que, al
menos, existe una conciencia de que dichos tratamientos funcionan o que
incrementan la mejoría de los pacientes con fibromialgia. Se empieza a creer en
la labor de los psicólogos, ya que aquellos enfermos que solo reciben fármacos
parecen no encontrarse tan bien como los enfermos que reciben fármacos más terapia
complementaria.
Los
fibromiálgicos son personas que generalizan su dolor. Interpretan que bajo
cualquier circunstancia y que cualquier acontecimiento de la vida cotidiana les
va a hacer susceptibles de generar dolor. Son generadores de una atención selectiva
sobre cualquier punto de estimulación. La mejor y más utilizada herramienta
terapéutica para que dichos pacientes afronten sus miedos es la EXPOSICIÓN.
A través de la DESENSIBILIZACIÓN SISTEMÁTICA propiciaremos cierta habituación
hacia los estímulos fóbicos para que, finalmente, estos dejen de emitir la
típica respuesta de evitación. Lo que habitualmente suelen hacer estos
pacientes es evitar o escapar de todas aquellas situaciones que les generan
problemática, por lo tanto, si no se da la modificación de los estímulos o
sensaciones de la vida diaria y se consigue el desaprendizaje de los mismos
como generadores de dolor, muy difícilmente les conseguiremos ayudar. Son
pacientes que no se exponen que prefieren inhibirse para evitar cualquier tipo de
malestar. Exponerlos e introducir PROGRAMACIONES DE LA VIDA COTIDIANA y
fomentar HABILIDADES DE COMUNICACIÓN para, al menos liberar ciertas tensiones y
para que los pacientes puedan sentirse de manera mucho más normal, son otros
modos de intervención. En definitiva generar nuevas estrategias de
afrontamiento mediante la planificación de sus
actividades de la vida diaria, es otro modo de intervención.
Perciben su
dolor como inhabilitante por lo que dejan de lado cualquier tipo de actividad,
de manera que “trabajar” con sus cogniciones también será fundamental. (REESTRUCTURACIÓN
COGNITIVA). Estas personas tienen muchas distorsiones cognitivas, son
personas de muy baja autoestima y con problemas de autorefuerzos (ganancias
secundarias) de modo que , LA PARADA DEL PENSAMIENTO y LA PLANIFICACIÓN DE
REFUERZOS (o dejar de lado su propio autocastigo) también generarán aspectos
positivos dentro del tratamiento.
EXPOSICIÓN
ENCUBIERTA, APROXIMACIONES SUCESIVAS, GENERALIZACIÓN EN VIVO Y RELAJACIÓN
MEDIANTE ENTRENAMIENTO AUTÓGENO son técnicas de tratamiento en la clínica del
dolor.
BIOFEEDBACK (Electromiograma músculo-frontal en
relajación y temperatura periférica en incremento y disminución de la
temperatura). Mediante la aplicación de dicha técnica se consigue una
activación del sistema parasimpático que conlleva la relajación en el resto del
organismo. Evitamos a los pacientes “problema” (resistentes a Jacobson) que
tengan dolor mediante la tensión y les enseñamos a relajarse eficazmente. El
profesor señala que pretende la estandarización de la herramienta como
tratamiento a prescribir para el síndrome de fibromialgia. Pérez-Pareja insiste
en la importancia del ANÁLISIS FUNCIONAL Y DE LOS PERFILES ESPECÍFICOS DE CADA
PACIENTE para el establecimiento de un tratamiento óptimo.
A.R.
Fuente: Cursos de Postgrado en Psicopatología Y Salud. “Resumen -Taller Prof. Pérez Pareja”.