Apreciados lector@s:
Son adicciones
porque quienes las padecen tienen que buscar tratamiento debido a la
incapacidad que dichas conductas les provocan en sus vidas.
Bajo el síndrome de abstinencia los sujetos se encuentran irritados, inquietos, con pensamientos inútiles, culpabilidad, y angustia que se suceden por la imposibilidad de no poder llevar a fin su adicción comportamental.
Si tomamos como
ejemplo a un individuo “adicto al trabajo”, rara vez tomará vacaciones y si lo
hiciera no tardaría la aparición de la abstinencia. Se sienten piezas
imprescindibles, llaman de continuo a sus empresas, aunque es claro que no
existen pruebas objetivas de que tengan que hacer dichas conductas para que
todo funcione en su ausencia. Entran en un círculo vicioso que provocan que
padezcan estrés pudiéndose convertir en situaciones crónicas.
Se convierten en personas con patrón de conducta tipo A, por tanto llegan a padecer alto
riesgo para las enfermedades coronarias, pudiendo provocar su muerte.
Las familias
vienen a estar totalmente afectadas sí se es “trabajador compulsivo”. No sólo
quedan agotados físico sino también psicológicamente. Traspasan los límites. A
veces si dejan de ser adictos en esta área pueden convertirse a otro tipo de adicciones (ej. el juego) o también puede suceder
que los adictos al juego dejen de serlo y se conviertan en adictos al trabajo. Al
final suelen darse cuenta del problema y con una intervención adecuada sus
vidas se reorganizan.
A.R.
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