La tolerancia es otro de los fenómenos que tienen lugar si se es
adicto comportamental.
El juego patológico y
algunos factores de los que derivan, una cierta ilusión de control, la
estimulación tanto de tipo visual como sonora, la manipulación personal, la
inmediatez entre lo que en algunos juegos se apuesta y su resultado, llevan a
la persona a “retarse a si mismo e incluso a los otros”, dependiendo claro
esta, del tipo de juego, juegos tradicionales o en la actualidad juegos video
juegos, videoconsolas, etc.
Tiene lugar un proceso de
refuerzo de autoestima y optimismo con el juego, acompañado por el intento de
superación de ciertas “marcas”, lo que llevan al paciente a mantener su
conducta y sufrir la tolerancia, por lo que el tiempo que dedican a dichos
comportamientos (jugar) será mucho mayor.
Si se trata de juegos “con apuestas”, no solo va aumentando “el tiempo”, sino también el dinero o la cantidad que se va dedicando al juego, ya que las perdidas van “in crechendo”, siendo cada vez el control de los impulsos menor ya que estos enfermos aspiran a la recuperación de las pérdidas contraídas.
Si se trata de juegos “con apuestas”, no solo va aumentando “el tiempo”, sino también el dinero o la cantidad que se va dedicando al juego, ya que las perdidas van “in crechendo”, siendo cada vez el control de los impulsos menor ya que estos enfermos aspiran a la recuperación de las pérdidas contraídas.
Una novedad debida a la
introducción de las nuevas tecnologías y el uso de la comunicación vía internet
es la adicción al ordenador. Adquirimos “dependencia” al mismo, cuando las
personas p.ej. poseen uno y lo pueden utilizar todo el tiempo que quieran.
Todo aquello que tiene que ver con el ocio, tiempo libre, facilidad de uso, acceso a información, etc., sino se saben utilizar adecuado, y dosificar en cuanto al tiempo, pueden llegar a convertirse en adictivos y en vez de ayudar a vivir mejor pueden convertirse en un impedimento para el trascurso normal de una vida personal y cotidiana.
Todo aquello que tiene que ver con el ocio, tiempo libre, facilidad de uso, acceso a información, etc., sino se saben utilizar adecuado, y dosificar en cuanto al tiempo, pueden llegar a convertirse en adictivos y en vez de ayudar a vivir mejor pueden convertirse en un impedimento para el trascurso normal de una vida personal y cotidiana.
A pesar de que los
sujetos saben que surgen problemas relacionados con las adicciones, siguen
permitiéndose dichos comportamientos independientemente de la pérdida del
control de su uso (dependencia).
Recurrir a cantidades crecientes del comportamiento necesario para alcanzar el efecto deseado es la tolerancia. De lo contrario tendrán lugar una disminución notable de los efectos y por tanto una perdida de las sensaciones inmediatas, fenómeno reconocido como tolerancia.
Recurrir a cantidades crecientes del comportamiento necesario para alcanzar el efecto deseado es la tolerancia. De lo contrario tendrán lugar una disminución notable de los efectos y por tanto una perdida de las sensaciones inmediatas, fenómeno reconocido como tolerancia.
Suspender de forma brusca cualquiera de estos comportamientos que mantienen la adicción lleva consigo una serie de síntomas de todo tipo, físicos, emocionales, cognoscitivos, etc., que fundamentan un cuadro clínico digno de intervención.Dicho cuadro lógicamente suele comenzar cuando el individuo suspende su “comportar”. La abstinencia mantiene la conducta adictiva y su recaída, y suele perdurar con mayor o menor intensidad unos cuantos días tras su realización.
Existe un control deficiente del comportamiento adictivo, hay una perdida de
control sobre la actividad, un continuar la conducta a pesar de las
consecuencias adversas y dependencia, tolerancia y abstinencia salen al paso,
con la pérdida del interés de cualquier otra actividad anteriormente
satisfactoria.
Si el paciente logra una voluntad suficiente podrá llegar a superarlas.
Si el paciente logra una voluntad suficiente podrá llegar a superarlas.
A.R.
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