Muchas mujeres
tienen una imagen corporal distorsionada sobreestimando sus medidas mucho más
que los varones.
Al principio de la
adolescencia estas suelen mostrar cierta preocupación por la esbeltez, entre
los 10 y 15 años comienzan a desear que sus cuerpos sean más delgados ya que
creen que de este modo van a gustar más a los chicos, y que los chicos las van
a considerar mucho más atractivas.
He aquí algunos
indicios de lo que más tarde serán trastornos alimentarios.
Las mujeres
equiparaban la delgadez con el atractivo y el estar delgada estaba asociado con
el éxito profesional y la inteligencia.
Estas mujeres
conceden gran relevancia a su figura corporal, es como si su autoestima
dependiera del canon de belleza corporal establecido por la sociedad y ello
hace que, ya que la sociedad cree como atractivo lo “delgado”, las mujeres que no están delgadas no se sientan
atractivas y por tanto creen que no sirven para nada. Dada la gran
importancia que el aspecto externo tiene para algunas mujeres y sobre todo a la
delgadez, no ha de extrañarnos que una mujer joven (tenga o no trastornos
alimentarios) conceda gran importancia a la valoración de su figura (Raich,
1994) y no cabe duda que ello sea así.
A.R.
Fuente: Cursos de Postgrado Psicopatología y Salud /Uned.
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