domingo, 13 de enero de 2013

TRATAMIENTO DE LA DISPAREUNIA I.


  1. Debemos tener muy en cuenta la situación por la que atraviesa la pareja, ya que ésta puede estar influyendo de forma directa en el mantenimiento del problema.


  1. Modificaremos la asunción y distribución de responsabilidades dentro de las tareas o actividades puramente relacionales asociadas a tareas cotidianas a realizar dentro de la casa, para que ambos miembros comiencen a colaborar en alguna actividad común.

  1. Les entrenaremos en nuevas pautas de comunicación así podrán hacerse peticiones mutuas de manera más adecuada. Entrenamiento en la emisión y recepción de mensajes positivos del uno hacia el otro (aumento en la frecuencia con que intercambian agrados o reforzadores positivos) para utilizarse en cuanto se percibe el mínimo cambio positivo por parte del otro. Como resultado de dicha práctica la pareja empieza a ser capaz de ponerse de acuerdo en compartir la realización de actividades y tareas entre los dos, lo que hace que se sientan más cerca el uno del otro, y valorar mucho mejor el esfuerzo que cada uno pone en la actividad.

  1. Conseguir que entre ellos dejasen de hacer atribuciones globales y estables respecto a lo que no les gustaba del otro, haciéndolo de forma mucho menos absoluta y categórica. Ej., en lugar de pensar: “seguro que ahora el señorito me organiza el fin de semana como a él le apetezca y yo a decir que sí como siempre”, seré menos estricta y más positiva pensando, “por estas fechas solemos ir a casa de sus padres, seguro que querrá ir, voy a recordárselo”.

  1. En definitiva, cambiaremos la percepción negativa que cada uno tiene sobre el otro, en el sentido de pensar que se comportaba así para molestar o por falta de interés, y que, en lugar de ello, interpretara estas situaciones más en términos de la funcionalidad, o por la falta de habilidades por parte de la pareja. Este es uno de los objetivos más difíciles de la terapia, ya que implicaba un cambio bastante radical en el modo de conceptuar los problemas que la pareja arrastra desde hace varios años, pasando de pensar que el otro no quería hacer una determinada conducta, a interpretar ésta en términos más positivos, pensando que dado que no lo había hecho en los últimos años, no cabía esperar que lo hiciera, sin alguna dificultad, en ese momento. Así irán aumentando los intercambios de interpretaciones y de conductas positivas entre la pareja, al igual que el nivel de responsabilidades que comparten. Si logramos que la pareja comience a encontrarse satisfecha en esta primera fase de la terapia, estaremos preparados para el abordaje del problema sexual propiamente dicho.


A.R
FUENTE: TERAPIA SEXUAL, José Antonio Carboles.
(Sígueme en el siguiente post, tratamiento DISPAREUNIA II).




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