Son obsesiones que el paciente identifica como catastróficas. El paciente los puede interpretar como terroríficos. Pero también,pueden ser pensamientos que tenemos todas las personas que, son un poco de “ruido”, en el torrente general de pensamiento. Por otro lado,las obsesiones hacen referencia a “algo” irreal, no son “algo” peligroso, sino que están en nuestras cabezas, son humo que además muchas veces, debemos aceptar como "normales" y ser conscientes de su existencia.
Todos las tenemos,son muy normales, son típicas en los seres humanos. No tener este tipo de pensamientos sería propiamente "atípico" (valga la redundancia).
De manera que para evitarlos trataremos de desarrollar una voz interior nueva y diferente, los normalizaremos,atenderemos a una explicación psicoeducativa(quizá para estas dos últimas tareas debamos pedir ayuda a un psicoterapeuta),y sobre todo y fundamentalmente, no llevaremos a cabo conductas neutralizadoras o de evitación. Evitar dichos pensamientos y dejar de realizar actividad cotidiana donde se hagan palpables dichas distorsiones será una medida absolutamente contraproducente para su tratamiento.
El afrontamiento es obligatorio.
Las técnicas de exposición, junto a la prevención de respuesta, son técnicas adecuadas para paliar estas problemáticas subyacentes en el ser humano.
PENSAMIENTOS DISTORSIONADOS
ResponderEliminarSon obsesiones que el paciente identifica como catastróficas.
El paciente los puede interpretar como terroríficos.
Pero también,pueden ser pensamientos que tenemos todas las personas que, son un poco de “ruido”, en el torrente general de pensamiento.
Por otro lado,las obsesiones hacen referencia a “algo” irreal, no son “algo” peligroso, sino que están en nuestras cabezas, son humo que además muchas veces, debemos aceptar como "normales" y ser conscientes de su existencia.
Todos las tenemos,son muy normales, son típicas en los seres humanos. No tener este tipo de pensamientos sería propiamente "atípico" (valga la redundancia).
De manera que para evitarlos trataremos de desarrollar una voz interior nueva y diferente, los normalizaremos,atenderemos a una explicación psicoeducativa(quizá para estas dos últimas tareas debamos pedir ayuda a un psicoterapeuta),y sobre todo y fundamentalmente, no llevaremos a cabo conductas neutralizadoras o de evitación. Evitar dichos pensamientos y dejar de realizar actividad cotidiana donde se hagan palpables dichas distorsiones será una medida absolutamente contraproducente para su tratamiento.
El afrontamiento es obligatorio.
Las técnicas de exposición, junto a la prevención de respuesta, son técnicas adecuadas para paliar estas problemáticas subyacentes en el ser humano.
Dar cera, pulir cera...y mente vacía
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